A continuación unos renglones que levanté del blog de Federico Rey Lenon. Algunos revivirán viejas clases de Discurso, otros concluirán que es lo que «leen» en cada nota del diario, en cada comunicación K, en alguna que otra inteligente campaña de marketing, en la vida diaria…. en todos los casos: muchas media-verdades y conclusiones generalizadas que no siempre hacen justicia al todo, pero bienvenidas si sirven al propósito que cada uno persigue. Tampoco se pretende enviar a alguien al infierno o al limbo de Dante! De hecho, si bien me indigna, aplaudo al Gobierno, por ejemplo, en su estrategia de comunicacion de media verdades (o mediaS verdades?? porque de ser así, entonces ya no aplaudo más).
La mentira en las relaciones públicas
Lacan sostenía que el lenguaje humano era pura metáfora y metonimia; es decir por un lado eufemismos y por el otro describir el todo por una de sus partes. Cuando incluimos una «media verdad» en nuestro discurso institucional estamos dentro de los cánones de la metonimia. Es decir, describimos la Verdad en cuestión por una de sus partes. Ahora bien, el límite lingüístico (extendible al plano ético) para el uso de estas «media verdades» está dado cuando esa parte ya no hace referencia o no describe adecuadamente al todo.
Era algo así, creo.